Ají de Gallina: Delicia Peruana en hierro fundido

Ají de Gallina: Delicia Peruana en hierro fundido

El Ají de Gallina es uno de los platos más queridos del recetario criollo peruano. Se trata de un guiso espeso, suave y ligeramente picante que nace del aprovechamiento de la gallina cocida.

Su textura cremosa, matices de ají amarillo y el delicado toque de queso lo convierten en una experiencia profundamente reconfortante. Un clásico que nunca pasa de moda. 

Tiempo total: 

  • Preparación: 20 minutos
  • Cocción: 40 minutos
  • Total: 1 hora aprox. 

Utensilios a usar:

Preparación paso a paso: 

1. Cocinar la pechuga de pollo: 

a. En una olla, coloca la pechuga con agua, sal, apio y laurel. Cocina a fuego medio por 25 minutos o hasta que esté bien cocida.

b. Retira la pechuga, déjala enfriar y deshiláchala finamente con las manos o un tenedor. Reserva también 1 taza del caldo. 

 

2. Preparar la base cremosa: 

a. Remoja las rebanadas de pan en la leche evaporada hasta que estén bien blandas. Luego licúa hasta obtener una crema espesa y homogénea. Reserva. 

 

3. El aderezo que da vida: 

a. En una olla mediana, calienta el aceite y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén dorados y fragantes.

b. Incorpora la pasta de ají amarillo y cocina por 2–3 minutos removiendo bien para liberar su aroma. 

 

4. Integrar la crema y el pollo: 

a. Añade la mezcla de pan licuado al aderezo y cocina a fuego bajo, removiendo constantemente. 

b. Agrega el caldo reservado poco a poco hasta lograr la consistencia deseada (ni muy líquida ni demasiado espesa). 

c. Incorpora el pollo deshilachado y el queso parmesano. Cocina a fuego bajo durante 10 minutos, moviendo con una cuchara de madera para evitar que se pegue. 

 

5. Sazonar y finalizar: 

a. Añade sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Si te gusta un toque crocante, incorpora nuez picada. 

b. Si está muy espeso, ajusta con un chorrito adicional de leche evaporada o caldo. 

 

Presentación sugerida: 

Sirve el ají de gallina caliente sobre papas sancochadas. Acompaña con arroz blanco y decora con medio huevo duro y aceitunas negras. Finaliza con un poco más de queso rallado o perejil picado por encima.

Ideal para almuerzos dominicales o para reconquistar el corazón con cucharadas de tradición. 

 

 


Carrito de compra (0)

Su carrito actualmente está vacío.