Buñuelos Colombianos

No hay desayuno navideño ni brunch decembrino completo sin los tradicionales buñuelos colombianos, dorados, crujientes por fuera y suaves por dentro.
En esta receta fácil y rápida, aprenderás cómo prepararlos usando tu horno holandés de hierro fundido Victoria, un utensilio ideal para freír gracias a su excelente distribución del calor, que garantiza una cocción uniforme y resultados perfectos.
Una delicia clásica que no puede faltar en tu mesa navideña.
Ingredientes (para 7-8 buñuelos)
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250 g de queso salado (preferiblemente costeño o cotija)
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250 g de fécula de maíz
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5 g de polvo de hornear
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10 g de azúcar
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100 g de leche
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1 huevo
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Aceite vegetal para freír
Utensilios a usar:
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Bowl grande para mezclar
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Rallador (si el queso no está rallado)
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Cuchara para formar porciones
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Papel absorbente
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Espátula o pinzas de cocina
Preparación:
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Mezcla los ingredientes secos:
En un bowl grande, combina el queso rallado, la fécula de maíz, el azúcar y el polvo de hornear. -
Agrega los líquidos:
Añade el huevo y, poco a poco, la leche. Mezcla bien con las manos hasta obtener una masa suave, homogénea y moldeable. No debe quedar ni muy seca ni demasiado húmeda. -
Forma los buñuelos:
Divide la masa en porciones de aproximadamente 70 g y forma bolitas suaves, evitando compactarlas demasiado. -
Calienta el aceite:
Vierte suficiente aceite en tu horno holandés Victoria y caliéntalo a temperatura media-alta (alrededor de 160-170 °C). Para comprobar si está listo, introduce una bolita pequeña de masa: si sube en 10-15 segundos, está perfecto para freír. -
Fríe los buñuelos:
Coloca las bolitas con cuidado en el aceite. No las muevas: ellas girarán solas cuando estén listas. Fríe hasta que estén doradas por todos lados. -
Escurre y sirve:
Retira los buñuelos con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sirve calientes.
Tips clave para buñuelos perfectos
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No aprietes demasiado la masa al formar las bolitas. Esto evita que queden crudos por dentro.
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Controla bien la temperatura del aceite. Si está muy caliente, se dorarán por fuera pero quedarán crudos por dentro; si está muy frío, absorberán mucho aceite.
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Puedes acompañarlos con natilla, chocolate caliente o café colombiano para un desayuno navideño inolvidable.




