¿Es seguro usar jabón en los utensilios de hierro fundido?

La polémica del uso del jabón en los utensilios de hierro fundido para su limpieza tiene tantas vertientes y teorías como personas que lo usan. En este artículo, queremos contarte nuestra opinión y darte algunas recomendaciones extras para su limpieza y mantenimiento.

¿Por qué evitar el jabón?

La razón más antigua por la que se dice que no se debe usar jabón para lavar los utensilios de hierro fundido es la presencia de lejía en los jabones antiguos, que era muy agresiva y dañaba los materiales. Actualmente, existen jabones lavaplatos que contienen lejía pura (hidróxido de sodio) y otros sintéticos que no lo contienen.

Lavado con jabón de los utensilios de hierro fundido

Sabemos que en la cultura de nuestro país es muy importante mantener los utensilios de cocina impecables. Por eso, recomendamos lavar tus utensilios con agua y jabón suave después de cada uso. Usa una mezcla de agua y jabón, donde predomine el agua. Evita los jabones “arranca grasa”.

Usa una esponja suave para el lavado. Si la comida está muy pegada, utiliza esponjas verdes similares al estropajo, pero sin aplicar demasiada presión.

Limpieza con sal de los utensilios de hierro fundido

Otra opción para limpiar los sartenes es hacer una exfoliación con sal. Con la sartén tibia, agrega una buena cantidad de sal (puede ser normal, gruesa, kosher o marina) y frota con la esponja. Esta técnica cuida el curado y elimina restos de comida y olores.

Algunos chefs recomiendan poner una capa gruesa de sal y calentarla en la estufa hasta que se ponga café. Luego, frota con una esponja para eliminar los restos difíciles.

Scrubber o malla para hierro fundido

El scrubber es una malla metálica con una estructura de aros entrelazados, ideal para limpiar tus sartenes de hierro fundido. Su diseño permite una limpieza profunda sin dañar el curado, facilitando la aplicación de aceite para mantener la capa antiadherente.

Usa el scrubber con un poco de agua y jabón suave, frotando bien por toda la superficie.

Recuerda que, si tu utensilio es curado, nunca debes dejarlo remojando o con agua acumulada. Sécalo bien después de lavarlo, preferiblemente calentándolo en la estufa para evaporar toda el agua. Aplica una capa de aceite para mantener el curado.

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