Hierro fundido vs acero inoxidable

Hierro fundido vs acero inoxidable

Hay algo que tenemos en común todas las personas al momento de elegir un utensilio para cocinar, y es preguntarnos: "¿Qué tipo de sartén necesitamos?". Esto se debe a la gran cantidad de ofertas con distintos materiales, tipos de usos y tamaños que existen en el mercado.

Pero, definitivamente, debido a la preocupación creciente por el cuidado de la salud y la búsqueda de utensilios aptos, libres de químicos y metales pesados, la pregunta "¿qué tipo de material es mejor?" se vuelve mucho más recurrente e importante.

En este blog, queremos hablar puntualmente sobre las diferencias que existen entre los utensilios de cocina elaborados en hierro fundido y aquellos elaborados en acero inoxidable.

Composición de cada material

La composición de cada material es el primer aspecto sobre el que debemos hablar. El hierro es un mineral abundante en la tierra y, mediante el proceso de fundición, se obtiene un metal con un alto contenido de carbono, lo que lo convierte en un material altamente resistente y duradero.

En contraste, el acero inoxidable es una aleación que contiene una baja cantidad de carbono, generalmente menos del 2%, pero posee una alta cantidad de cromo y níquel, lo que le otorga la capacidad de no oxidarse. Al igual que el hierro, el acero inoxidable es un material resistente y duradero.

Distribución del calor

Uno de los aspectos más importantes a evaluar al momento de elegir un utensilio de cocina es la distribución del calor, ya que es probable que hayas experimentado situaciones en las que cocinas una tortilla y queda más dorada en algunos puntos o muestra la marca del círculo de la fuente de calor.

El hierro fundido tiene la capacidad de distribuir el calor de manera homogénea, lo que asegura una cocción perfecta y evita que los alimentos tengan partes con mayor cocción que otras. Esto garantiza que los alimentos se cocinen de manera más uniforme y precisa.

En cambio, el acero inoxidable no posee esta capacidad de distribución tan homogénea, lo que requiere una mayor atención al cocinar, ya que tiende a calentarse rápidamente y puede provocar puntos calientes en la superficie de cocción.

Es importante tener en cuenta esta diferencia al elegir entre utensilios de hierro fundido y acero inoxidable, especialmente si se busca una cocción más precisa y uniforme de los alimentos.

Retención del calor.

La retención del calor es una propiedad que se mide en todos los elementos, y esto se denomina capacidad de conductividad térmica.

El hierro fundido, por su parte, tiene una baja conductividad térmica, lo que significa que tomará más tiempo en calentarse y más tiempo en perder temperatura. Esta característica lo convierte en un utensilio infaltable en las cocinas de grandes chefs, ya que les permite tener un mejor control sobre las cocciones y la certeza de que el utensilio no perderá su calor, incluso cuando se agreguen ingredientes en diferentes momentos. Esto facilita la preparación de platillos más precisos y bien cocinados.

En contraste, el acero inoxidable es un gran conductor del calor, es decir, tiene la capacidad de calentarse rápidamente, pero también pierde el calor rápidamente. Esto permite modificar la temperatura fácilmente cuando se agregan alimentos con diferentes temperaturas, lo que puede ser una complicación si se quiere un plato bien y que no vaya a quedar con diferentes términos de cocción.

Anti adherencia

En cuanto a la anti adherencia, es cierto que, en su estado normal, ninguno de estos dos materiales es inherentemente antiadherente. Sin embargo, el hierro fundido tiene una ventaja especial en este aspecto debido a su superficie porosa. Esta característica permite que el hierro fundido desarrolle naturalmente una capa antiadherente llamada "patina" a medida que se va utilizando. La patina se forma gracias a la polimerización de los aceites en la superficie del utensilio con el tiempo y el uso repetido.

Esta capa de patina no solo brinda propiedades antiadherentes al utensilio de hierro fundido, sino que también lo protege de la oxidación y contribuye a su durabilidad, permitiéndote disfrutar de un utensilio que puede durar toda la vida.

Por otro lado, el acero inoxidable, en su forma sin recubrimientos adicionales, no posee la capacidad de desarrollar esta capa antiadherente debido a su superficie lisa. Sin embargo, es posible encontrar utensilios de acero inoxidable con recubrimientos de cerámica o teflón que les otorgan propiedades antiadherentes. En ausencia de estos recubrimientos, se debe trabajar con la temperatura de cocción y el uso adecuado de aceites para evitar que los alimentos se peguen a la superficie.

 En resumen, la ventaja del hierro fundido radica en su capacidad de desarrollar naturalmente una capa antiadherente (patina) a lo largo del tiempo, mientras que el acero inoxidable puede requerir recubrimientos adicionales o técnicas específicas para lograr que no se peguen los alimentos.

 

Espero que esta explicación aclare las diferencias entre estos dos tipos de materiales para la creación de utensilios de cocina y así puedas hacer una elección que se ajuste mucho más a tus necesidades.


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