Horno Holandés de Hierro Fundido

Probablemente, ya has escuchado hablar del horno holandés. Si no sabes qué es o nunca lo has probado, aquí te contamos un poco sobre este increíble utensilio de cocina para que te animes a probarlo.

¿Qué es un horno holandés?

Es una olla con paredes gruesas, disponible en acabado curado y esmaltado. Si bien suelen ser de hierro fundido, también puedes encontrar hornos hechos de aluminio fundido o cerámica.

Se cree que su historia se remonta al siglo XVII, cuando Abraham Darby I viajó a Holanda para conocer los métodos de producción de ollas de latón. Una vez regresó a Reino Unido, comenzó a fabricar ollas de latón, sin embargo, buscando mejorar el desempeño, decide probar con el hierro fundido.

Para 1707 Darby consiguió una patente para el proceso de fundición de hierro en arena, derivado del proceso holandés. De allí el famoso nombre de horno holandés que se mantiene vigente al día de hoy.

¿Qué función cumple el horno?

Al igual que los demás utensilios que ofrecemos en Victoria, las principales ventajas del horno holandés en hierro fundido incluyen:

• Retiene y reparte uniformemente y de manera constante el calor: el hierro es uno de los mejores conductores de calor, por lo cual tus alimentos se van a cocinar mucho mejor.
• Soporta temperaturas muy altas: puedes usar tu horno holandés en estufa de gas, inducción, horno, cerámica e. incluso, en fuego directo como parrilla o fogata.
• Es sumamente duradero: cuando usamos ollas o sartenes en otros materiales, es normal que debamos cambiarlos cada cierto tiempo. Con un buen uso y cuidado de tu horno holandés en hierro fundido, te durará por generaciones.
• Gracias a su capacidad y figura, puedes preparar recetas de cocción lenta como estofados, arroz, pan horneado, pollo marinado y muchas otras más.

Te invitamos a conocer ¿Por qué Cocinar en un Horno Holandés de Hierro Fundido?

Cuando vayas a comprar tu horno holandés, debes pensar qué recubrimiento prefieres. El horno curado requiere mayores cuidados, pero soporta fuertes golpes y crearás una muy buena antiadherencia con el uso y mantenimiento adecuado. Por otro lado, el horno esmaltado no tiene la misma antiadherencia que uno bien curado; sin embargo, es mucho más sencillo de limpiar y mantener.