Tradición o Privilegio

Tradición o Privilegio

Hornear pan en casa, ya no es un reto, es un privilegio que podemos disfrutar con todo el encanto y técnica de un experto artesano.

En tus manos está el poder de transformar ingredientes básicos en piezas increíbles de pan casero, el tiempo será tu cómplice, la fermentación que le dará vida a los sabores auténticos de los cereales, por supuesto contamos con un elemento inesperado. El hierro, si así es el hierro es un gran invitado igual de perdurable como la historia del pan, con su nobleza ha custodiado las más deliciosas recetas, es poseedor del balance entre tiempo y el fuego.

El hierro tiene la cualidad de recibir y repartir de manera constante y justa el calor a los alimentos cocinados en él. Además, puede recibir múltiples tipos de calor y métodos de cocción, es capaz de soportar temperaturas muy altas como las del interior de un horno, es perfecto para realizar cualquier preparación. Es el mejor amigo de tus masas de pan cuando desde su interior el verdadero sabor del pan se deleita de fermentación creando cortezas de inmenso valor y color.

Una vez te seduce el poder del hierro, se convierte en un elemento imprescindible en tu cocina y sobre todo se ganará el respeto como guardián del sabor.

Hoy disfrutamos como nunca poder hornear pan en casa, existe una tendencia sin límites de volver a la esencia de disfrutar de lo auténtico lo grandioso de este momento es que disfrutamos plenamente el valor de las manos artesanas que engrandecen cada preparación. Hoy podemos convertirnos en panaderos, cocineros y pasteleros por un momento, este momento es único en la historia y una experiencia transformadora. Tomamos una idea, una fecha, una celebración y la convertimos en sabor, nos adueñamos de las técnicas, los métodos, las historias y sobretodo usamos el sentido de la intuición un sentido que mantiene en constante evolución la cocina los corazones y fogones.

Hornear pan en olla de hierro, es grandioso. Una porción de masa fermentada custodiada por la grandeza del hierro actúa en complicidad con el fuego, convierte un horno tradicional en un majestuoso horno de piedra. Retrocedemos en el tiempo como al inicio de la historia del pan. Una olla de hierro cuida cada cambio en el interior del pan, gestando cada alveolo, dibujando caprichosamente cada miga. Toda esta transformación sucede al interior de una barrera natural, una base y una tapa que retiene temporalmente una masa que mantiene la humedad como el ingrediente más valioso. Se abre paso a la fusión de dos elementos el agua y fuego que se unen instantáneamente en forma de vapor, tan ligero y fugaz que se escapa desde de las entrañas y al final abraza toda la superficie con un manto marrón llamado corteza.

Tienes ante tus ojos, el poder del tiempo, fuego y la fermentación. Lo mejor es que sabe y huele a auténtico pan.

Las masas de pan aman el hierro:

Al hornear en una vasija de hierro o horno holandés, conviertes tu horno casero en una majestuosa cámara de horneo, es como tener en casa un horno profesional. El peso de la olla de hierro realiza un cierre hermético de manera natural, atrapa el vapor y genera con la cocción de la masa una corteza perfecta en un pan.

El hierro es un material especial, conduce y mantiene la temperatura en una forma justa y fuerte durante todo el tiempo cocción, acelera el potencial en el crecimiento de las masas. Su temperatura constante y pareja genera una gran motivación al interior del pan logrando migas atractivas, húmedas y esponjosas, cualidades totalmente envidiables por cualquier hogaza de pan.

Hablemos del color tan especial de las cortezas, doradas, crocantes, ligeras y brillantes, todos estos atributos están presentes cuando eliges hornear en vasija de hierro, al poner una masa en contacto directo con hierro, lograr las más perfectas cortezas de pan…. Por eso las masas aman el hierro.

Por Amaranto Pan Artesanal

 


Carrito de compra (0)

Su carrito actualmente está vacío.